El baile de la butaca

Con todo el halo de un héroe pop de la última década llegó Joe Jackson a Madrid. Joe Jackson pertenece al patrimonio musical de una generación, la que vivió de cerca la explosión de la nueva ola británica. La noche comenzó con la mitad de Hue and cry. Pat Kane, el cantante, no llegó a tiempo al concierto. Las canciones fueron cantadas por su hermano. Pero como si tal cosa porque su actuación fue, por desgracia, ambiente para que el público localizase sus asientos. 

Ellos hacen música escocesa, esa que tiene raíz europea y reflejo americano. Presentaron las canciones de su nuevo álbum a media voz. Toda una sorpresa ni prevista ni deseada que, teniendo en cuenta lo poco conocidos que son por aquí, no paso inadvertida por el respetable.


Luego Jackson tomó el escenario ayudado por sus músicos. Entraron lentamente, con parsimonia. Primero la estrella y después, uno a uno el resto de la banda. En los primeros momentos hicieron canciones de antes, como Right and wrong. A continuación un bloque central con los temas de su último álbum. 

El que descaradamente recordó que está ya disponible en las tiendas. El concierto de Joe Jackson es directo. De esos en los que se recrean las canciones, en los que se juega con la improvisación. Sólo los temas más recientes sonaron cercanos al disco. 

El grupo está cohesionado, con la placidez de un local generoso acústicamente, donde se perciben con fuerza matices y detalles. El público se movía sujeto a las butacas en un desconocido por aquí concierto de pop con asientos. En la recta final con la versión del Oh well de Peter Green, su último éxito Stranger than fiction y la legendaria Im the man , se rompió la disciplina que imponía eI local y la gente las disfrutó bailando. De pie, por supuesto.

Comentarios

Entradas populares